jueves, 21 de enero de 2010

TÚ Y MIS VERSOS.

Cauto por verte venir,

me escondí tras las palmeras

al no saber bendecir

el baile de tus caderas.

Ni me lancé a sonreírte,

ni le pedí que saliera

al corazón a rendirte

para que al mirar me vieras.

Tuve que verte parar

con otros que te decían

los versos que me pedían

para podértelos dar.

Y yo al verte me moría.

Eran canciones de amadas

que a los amados consumen;

versos de mis madrugadas,

después de noches bañadas

del sueño de tu perfume.

Pero una rima sutil

hizo que se removiera

algo que yo te dijera

en algún juego infantil.

Y tu risa dijo loca

-Basta, Cyrano sal fuera

y recita de tu boca

lo que escribes para mí.

-Tu risa de hada redime

mi fealdad de la tristeza

y da a mis versos nobleza.

Pero cómo saco, dime,

el rubor de mi cabeza.

-No quiero seguir perdida,

amigo mío y amado;

ni soy hada ni mi vida

es vida sin ti a mi lado.

Entonces, con el cariz

de los acontecimientos

y de tu mirada clara,

de las sombras al momento

apareció mi nariz

y a continuación mi cara.

5 comentarios:

Clea dijo...

¡¡Hace sonreír mucho este romance!! ¡A mí me parece un romance!
¡Es ingenioso y tierno!
¡Qué bien el final para tu Cyrano!

Gracias otra vez por compartirlo.
:))

Paquita dijo...

Coincido con Clea, es un romance lleno de gracia y ternura,además
con una rima perfecta, así lo veo
yo, gracias sabes que la poesia es
lo que más me gusta, aunque hace tiempo que las musas me abandonaron, un beso

inma dijo...

Divertido y tierno! Estupendo. Triunfa el amor que es lo que a mí me gusta.

Peneka dijo...

Me apunto a lo del triunfo del amor.
A estas alturas de la vida, yo solo quiero AMOR Y LUJO,jajaja

Isa dijo...

Don Gabriel, desde que empecé a leerlo sabía que era Cyrano el de detrás del árbol. Me encanta su figura literaria y me encanta tu poema. Con qué gracia y naturalidad enlazas cada verso...
...y ahora un beso.