La añoranza y la melancolía son sentimientos destilados. Pura esencia del ser humano. Tener la memoria impregnada de lo que se disfrutó y quedó para siempre es la delicadeza en estado puro. Saberla reproducir en un haiku lleno de Sol y música de alas es un lujo. Besos.
Un lujo es leerte a tí, Gabriel, aunque solo sea en tus meditados comentarios. Lo que más me gusta de los Haikus es la cantidad de cosas que se puede decir con pocas palabras a un lector, y la cantidad de cosas que éste es capaz de imaginar con ellas. Un abrazo enorme.
5 comentarios:
La añoranza y la melancolía son sentimientos destilados. Pura esencia del ser humano. Tener la memoria impregnada de lo que se disfrutó y quedó para siempre es la delicadeza en estado puro. Saberla reproducir en un haiku lleno de Sol y música de alas es un lujo.
Besos.
Un lujo es leerte a tí, Gabriel, aunque solo sea en tus meditados comentarios. Lo que más me gusta de los Haikus es la cantidad de cosas que se puede decir con pocas palabras a un lector, y la cantidad de cosas que éste es capaz de imaginar con ellas. Un abrazo enorme.
Mucho sentimiento puesto en este haiku. Y como decís Gabriel y tú: mucho que interpretar y que deducir de sólo tres versos.
Muy bonito, Inma.
Sí, una belleza diminuta.
Tu haiku no necesita mostrar más que un instante (un instantito) y a partir de él ¡a recrearse imaginando!
Muy bonito.
Como una gota de mar, salada y fresca...
Como un rayo de sol, aereno y luminoso...
Como un atardecer, anaranjado y cálido...
Pequeños momentos... pequeños haikus.
Sencillo y conmovedor
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