lunes, 4 de octubre de 2010

EN RECEPCIÓN.

-Buenos días, señor… ¿Hankerchef? Ya han llegado sus maletas.

-Me llamo Gómez, de nombre Perico.

-Sigual, pero dígame el número de su llave.

-La mía, por favor se lo juro, es la doce. Lo dice aquí, en el billete que me expidieron en la agencia.

-Mucho expedir, mucho expedir. Ahí le digo que mojónpausté, pues tenemos ocho habitaciones en esta agradable casa de campo, todo comodidades y Naturaleza.

-Pues bueno, pues me alegro. Es que estaban junto a los vales del año pasado en otro hotel. Aquí está. La mía es la ocho.

-Pues mentira podrida, Perico, porque a la ocho se le ha caído el techo y este año no se abre.

-¿Me creería la seis?

-La seis se la creería, pero es la del señor Hanckerchef, así que va usted fatal, tirando a mucho peor.

-La última, de verdad, la última. A ver… déme la llave de la cuatro. Seguro, la cuatro.

-Si quiere, le dejo pensarlo.

-No, de verdad. Digo la cuatro. La cuatro.

-Pues cojo la llave cuatro… y ¡sí señor! reservada a nombre de Perico Gómez. Felicidades. Coja usted mismo sus maletas y las del señor Hankerchef y súbalas al cuarto piso.

-No veo el ascensor.

-Ni yo. Y llevo trabajando aquí seis años.

-No hay botones, me temo…

-Sólo cremalleras. Más baratas que las llaves y los candados. Y dan pellizcos al que quiere robarles las carteras a los huéspedes. Me lo han dicho, no es que yo lo sepa por experiencia.

-Y el señor ese, Chankaiché, ¿no podría ayudarme? Son siete maletas grandes.

-Uy, ni hablar, que es el único que paga. Ustedes, los de los premios del Noescafé, se jeden y arramplan con lo que hay. Conforme pase usted por el resto de las habitaciones, irá descubriendo cómo cada uno, antes de abrir su puerta, descuelga el cartelito con sus obligaciones.

-Yo, por lo visto, de cargamaletas.

-Y no se queje, que el año que viene la ocho estará disponible.

-Pues bueno, pues me alegro. Y dice usted que todo comodidades…

-Y Naturaleza, señor Gómez, Naturaleza. Que disfrute de su estancia. La cena se sirve por la noche. No se sabe cuál de la semana. Así que bienvenido y arreando.

3 comentarios:

inma dijo...

¡Qué tipo tan desagradable el de la recepción! Yo me hubiera ido a la primera respuesta.Para paciencia y aguante la de Perico Gómez, vaya que sí.

Clea dijo...

¡Qué jaleo!
Sigual, dice. ¿Cómo va a ser igual?
¡¿Mojónpausté?! Pero bueno, ¡vaya un sistema de recibir a los clientes!

¿Noescafé, entonces?

Menos mal que la cena la sirven por la noche. (Aunque no se sepa cuál)

Paquita dijo...

Todo un lujo de hotel, si señor,
pero el recepcionista que tenia la amavilidad donde yo tengo los millones, osea en ninguna parte,
le dejó claro alpobre señor que a
los agraciados del prémio noescafé,
los trataban bastante menos de regular,en fin un desastre de prémio bamos un beso