domingo, 19 de diciembre de 2010

CANTARTE LENTO.

De viva voz y el portento:

la oí cantar y me vine

como los niños del cuento

con música de violines.

Cantando a puro torrente,

o susurrando en sigilo,

igual, indistintamente

nos puso a sentir en vilo.

Los cantes dijo con seda

acariciando las notas:

ya sobrecogida queda

el alma y se te agarrota.

Cogió el aire y lo hizo brisa,

lo domó, o lo volvió viento,

cuando la boca de Isa

desbordó ese cante lento

y el tiempo perdió la prisa.


A Isa.

7 comentarios:

Isa dijo...

Amigo, me has emocionado. Estés o no estés, hoy te tendré delante y me acompañarás en esta aventura de la que tú tienes mucho que ver.

Muchísimas gracias por esto que no me esperaba y que me llena de ganas de seguir cantando.

Un abrazo.

Mac dijo...

¡Caramba Gabriel! ¿Hay algún estilo literario que se te resista?
Como ya expresé en el comentario de la publicación "A mamá.In memoriam" de mi hermanita Inma,me has hecho pasar unos momentos divertidísimos con tus tremendos relatos y ahora me vuelves a maravillar con estas poesías preciosas en sí mismas y hechas a medida de cada homenajeado (Ya tengo ganas de oir cantar a Isa). Gracias por estos buenos momentos y seguid todos así, sois un grupo sensacional.

Gabriel dijo...

Gracias de corazón, Mac. Es un lujo tenerte por aquí.
Un abrazo.

inma dijo...

Precioso el poema. Tan hermoso como la voz y la mujer a que está dedicado. Ayer tuvimos el lujo de disfrutar de ese "cantarte lento" pero con una potencia de voz que corta el resuello.
Gabriel,me parece acertadísimo el poema.
Mac, me encanta verte por aquí.

Peneka dijo...

"Y el tiempo perdió la prisa", que cierto es caballero, que con ella no tienen nada que hacer los relojes...
ni las penas...su voz nos envuelve el alma, como un caramelo de sueños, donde dormirnos tranquilos sabiendo que al despertar, un nuevo son nos traerá,nuestra niña cantora.

No sé que pensarán los demás, pero estos son los más bellos regalos que nadie pudo soñar.

Isa dijo...

Peneka, te quiero.

Lola García Suárez dijo...

Me emocioné cuando oí a Isa cantar porque no es lo mismo oír cantar a alguien que no conoces personalmente que oír a alguien a la que has visto reír o llorar. Si conoces a esa persona, la potencia de su voz, se duplica, se triplica, parece que te está cantando a ti solo, que toda su belleza y calidez te acoge solo a ti. Gabriel, como la has oído cantar, no hay duda de que te ha tenido que pasar algo parecido.