martes, 17 de mayo de 2011

Conquista

Cuando todos los tesoros caben aún
dentro de una caja de zapatos,
las diabluras de una tarde en compañía
-sobre las dunas, dentro del arbusto o bajo la mesa-
valen para ganarse la merienda.
[Lorenzo Ortega]


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Un laberinto, un juego eterno de tardes sin fin. La escultura es lúdica y amable, invita a la fantasía constante. Y el poema es imprescindible.

Isa dijo...

La diabluras de los diablillos de ambos, me ha hecho cosquillas en las plantas de los pies. Cuánta vida juguetona tienen escultura y poema a partes iguales.

Un beso, artistas.

Juan G. Olivares dijo...

Son muy buenas las esculturas. ¡Lo que hay en la cabeza de las personas y lo bonitas que son cuando les damos forma!. Enhorabuena a quien es capaz de dársela.

inma dijo...

Gracias amigos.