sábado, 3 de noviembre de 2012

En tu busca.


Sentí romper el aire que surcaba,
salté impulsado al encender la mecha,
volé lo mismo que voló la flecha
que dijo el tal Cupido que mandaba.

Se trataba de amar, el preciso momento
de ir a la cima de las torres más altas,
de abrir el cielo, saltar, lo que haga falta:
 planear a ras justo del firmamento,

hacia tu corazón, directo, sin paradas
llamadas cardio, también respiratorias,
por quien de amor no quiso saber nada,

que la llamó, además, parada obligatoria.
Al no saber amar, ni ser persona amada,
le perdoné no ir en busca de tu gloria.

2 comentarios:

Clea dijo...

Me gusta mucho este poema, amigo.
Es generoso. Convida a volver a él, a "retoamarlo". :)

Gracias.

Besos.

Gabriel dijo...

Precioso juego de palabra amable.

Gracias y besos.