Amasamos. Se nos llenan las manos. Ha subido generosa la mezcla y crece. A veces, nuestros dedos se tocan. Seis manos que se mueven obedeciendo a tres corazones que van dando forma a un amor por hornear.
Comemos. Enlazamos las manos sobre la mesa de madera y metal que nos acoge. La mezcla fría que antes nos llenaba las manos, ahora nos cruje en la boca. Tres bocas regadas con vino y con fruta, que ríen, que se acercan que comparten con una irresistible intimidad, la alegría de tenerse.
Nos amamos. Hemos cocinado a besos un hogar invencible.
5 comentarios:
Delicioso.
¡Cuanto daría por estar en esa cocina! Es precioso el relato y el ritmo de amasado que imprime.un besazo.
Teníamos que recrear un triángulo amoroso en cualquiera de sus manifestaciones: con confrontación, desde la infidelidad, tres personas involucradas de alguna forma en un conflicto amoroso, pudiendo hablar de amor y abandono, de despecho y demás fealdades. Y yo elegí que se amaran mucho los tres.
Me encanta que os guste. Gracias. Y besos.
Me ha encantado. Besos.
Gracias, Paquita. Qué alegría. Besos para ti.
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