lunes, 19 de noviembre de 2007

La playa

Habían quedado en la playa al atardecer. Él se sentó sobre las rocas habituales con el majestuoso porte que le caracterizaba. Ella llegó envuelta en una ola esmeralda. Se aupó a una roca a su lado al tiempo que su impresionante cola de pez emergía violentamente. Él apartó la vista cegado por el reflejo de las escamas.
-No es necesario que mires a otro lado –reprochó ella-. Tampoco ellas me entusiasman.
Y sus enormes ojos se posaron fugazmente en las piernas de él.
-Es el final –dijo él mirando al horizonte-. No hay duda. Hasta ayer nos amábamos y hoy nos hacemos daño.
-Hasta ayer pensábamos que un hechizo podría unirnos, cuando nos dimos cuenta de la más absoluta realidad. Seamos claros, ni yo estoy dispuesta a vivir en un estanque toda mi vida ni tú vas a pasarte el resto de la tuya con una bombona de oxígeno a la espalda.
-No, hoy no es el final –rectificó él, imperturbable-. El cuento acabó ayer.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy, muy bonito, Loli, con un irreversible final que te deja queriendo hacer algo por esas dos criaturas tan distintas y tan iguales. A tu microcuento le acompaña la magia que sobre mí ejerce lo que proceda del mar; algo que no sé bien qué es todavía, pero que me emociona como ningún otro escenario. Enhorabuena.

Ailema dijo...

Amores prohibidos... amores imposibles... amores fugaces...
Si ella se ha parado a pensar con frialdad, no le ha ganado a la actitud "impertubable" de él, hasta implacable diría yo.
Y es que no hay nada como un cuarto kilo de neuronas al aliño del amor, para acabar con él.

Anónimo dijo...

No te he dicho antes, pero te digo ahora, que la sirena es preciosa. ¡Qué vamos a hacer con tanto "arte" junto!
A mí me dice mi niña: ¡mami, dibújame a la Sirenita! Y cuando termino y miro lo que salió, me parece que la hubiera hecho ella en vez de yo. No se puede ser más mala dibujando y es por eso que lo valoro tanto.

Gabriel dijo...

El texto encandila: Al principio te agarra, lo justo para dejarte clavado de pena y darte, justo al final, un papirotazo de ingenio en la nariz. No es fácil en tan pocos renglones.

Anónimo dijo...

Loli, qué cosa más bonita. "Hasta ayer. Hasta ayer creíamos en la magia; ahora sabemos que el amor es duro". Yo también quiero volver a la playa envuelto en una ola esmeralda, como tu sirena. Y que me poses en una roca.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Peneka dijo...

La playa, el mar, el amor y desamor. Todo unido.Todo mezclado en esa cctelera de tu pluma.Hermoso y sencillo.Y el final, ¿qué se puede decir de ese final?.Espero(y siento que es asín, que esa sencilla sirenita que acompaña a tu relato es de tu creacíon;salida de tus manos.Preciosa.

inma dijo...

Me encanta. Está lleno de amor y tristeza al unísono. Los amores imposibles tienen un aliciente especial.

Isa dijo...

Loli, me encantaría que me enseñases a crear esa sirena.