domingo, 24 de febrero de 2008

PRELUDIO DE UNA CANCIÓN

Intento que la inspiración me llegue por tus ojos, y se me cruza tu boca; vamos por buen camino.

Sigo buscando y es tu hoyito, ése que tienes junto a la boca, ése que mágicamente aparece con tu sonrisa, el que me colma; empiezan a encajar los ritmos.

Luego aparece tu pelo, mostrándome una naturaleza angelical, de la que yo carezco; comienzan a armonizar las notas.

Eres mi mayor deseo, hecho realidad, sellado con el mejor nombre que pude encontrarte: “vuela esta canción para ti, Lucía…”


6 comentarios:

Gabriel dijo...

Feliz nombre, por la forma de mirar. Qué lindo eso de pararse un poquito en saber qué nombre traían puesto ya los niños. Y qué fiesta adivinarlo.

Lola García Suárez dijo...

Un nombre así buscado, no puede ser más acertado.

Anónimo dijo...

Ay mi mona!! y pensar que un día no me gustó su nombre.En fin... ahora me parece precioso al igual que tu escrito. Seguro que cuando pasen los años y lo lea se sentirá muy orgullosa de lo que le ha escrito su madre.

Isa dijo...

Gracias niña.Cuando has dicho "ay mi mona", me ha reforzado aún más el recuerdo de recién nacidos los dos. También he recordado la felicidad sin sombras de aquellos años. Un beso.

Anónimo dijo...

Precioso.
Me encanta leer, una vez al día, alguno de tus escritos.

Peneka dijo...

¡qué dulce forma esa de nombrar lo más querido!