miércoles, 30 de abril de 2008

CUENTOS PARA DORMIR BIEN


Me enseñaron a quererte como a un verdadero padre, y de esa manera fue durante mucho tiempo; pero hace algunos años comprendí la estupidez de mi absurdo sentimiento, ante la injusticia de que hubiera gente sin padre y yo disfrutase de dos.

Antes, estaba tan en las nubes que casi podían hacerme cosquillas tus milenarias barbas; ahora… que le vayan a otro con el cuento de que sólo necesitaste, para montar este escenario, siete bien aprovechados días.




2 comentarios:

Gabriel dijo...

Me da la impresión, con escalofríos, de que has estado mirándoLe a la Cara mientras Le soltabas esta fantástica declaración.
Y de que no ha sido capaz de mantenerte Su mirada.

Lola García Suárez dijo...

De una fuerza y rotundidad inmejorables. Tu texto es de Matrícula.