sábado, 25 de abril de 2009

JUEGO DE NIÑOS

Jugaban los niños
en la plazoleta,
en tanto las madres
hacían calceta.
Jugaban, jugaban,
con algarabía,
al toro, a pídola,
y alegres reían.
Las niñas, aparte,
también se agrupaban;
unas con el tejo,
las otras saltaban.
Luego, todas juntas,
al corro cantaban.
Yo soy la viudita
del conde laurel,
que quiero casarme
no encuentro con quien.
En tan bello marco
de sana alegría,
se hallaba una niña
que no sonreía.
Con los ojos tristes
a todas miraba,
pero de los juegos
no participaba.
-Niña ¿qué te pasa
que tan sola estás?
Anda, ve con ellas
y ponte a jugar.
-¡Es que me han echado¡
pues no sé saltar,
y en el tejo pierdo
sólo hago estorbar.
Al único juego
que todas me invitan
es para el llamado
de la gallinita
y a la vez coinciden
que tengo que ser
la que el pañuelito
me debo poner.
Por eso prefiero
mirar y mirar
antes que mis ojos
dejarme tapar.

3 comentarios:

Gabriel dijo...

El poema es magnífico, y con él siento que tu estilo se deja ver: Ternura por supuesto y tiempo para mirar y vivir sin prisas.
La niña es más lista de lo que parece y cada verso, para mí, está cantado por la chiquilla, que dice a las demás lo tontas que son mientras salta a la comba.
El poema es agua fresca del búcaro puesto a la sombrita, no al congelador. Para beberlo en las tardes, si es que hace calor.
Un beso fuerte, que da gloria leerte.

Isa dijo...

Precioso poema, compañera. Preciosa canción al corro. Estoy con Gabriel: ¡anda que no sabe na la chiquilla!
Un beso, Paquita. Nos veremos después de Feria.

inma dijo...

Mucha ternura y mucha tristeza de la niña que se siente marginada ante un grupo fuerte ¿quién no se ha sentido alguna vez así? Nos traslada en el tiempo a la época en que se jugaba de forma más pausada.Gracias por compartirlo. un beso.