martes, 26 de mayo de 2009

CrÓNICAS URBANAS (V).

Tecnología.

 

Ruego lean y, por favor, concedan el coeficiente de verosimilitud que crean conveniente al siguiente hecho sacado de la más objetiva realidad según el autor (cito):

Año 2001. Oficina bancaria sita en Sevilla, donde se dan cita dos circunstancias: Cambio de moneda y renovación del cajero automático de la oficina. Por tanto, procede el cambio de dimensiones en los cajetines que contienen los billetes.

Ocho de la mañana. Junto al personal habitual, llega el técnico informático que se hará cargo de los ajustes de la máquina.

Hasta aquí, sin incidencias.

Diez y cuarenta minutos. Hora de desayunar. Patio de operaciones más lleno de lo habitual debido a la reparación del cajero automático. Diálogo real:

-Salgo (con énfasis) a tomar un café, -dice Manolo, el técnico.

-Cierro mientras, -responde el director de la oficina.

-Si es natural, -añade un cliente-. No puede ser que el hombre se tire ahí dentro una mañana entera.

Aclaraciones.

El técnico, de pie, no llega al metro cincuenta. Cuando dijo “salgo”, salió del cajero. El cliente no sabía nada del arreglo concreto o aislado del cajero y comentó que el trabajo habitual del hombre se desarrollaba dentro del cajero, repartiendo billetes según se lo pedían. Con un mínimo descanso, como no podía ser menos.

Todavía al vernos recordamos ese día agarrándonos la dentadura.

5 comentarios:

Isa dijo...

Si mi abuelo levantara la cabeza, claro que se imaginaría a alguien de 1,50 dándole los billetes en el cajero. Aunque él no tendría que reírse aguantándose la dentadura, de haber descubierto su atraso. Murió con toditos sus dientes, a los 84 años.
Ingenioso, como siempre.

inma dijo...

¡Qué bueno que cada cajero tuviera un tío dentro al que reclamarle! Es una buena solución para paliar el paro!!!

Félix Amador dijo...

Ah, pero ¿¿no hay un chino pequeñito dentro de cada aparato electrónico??

Diáfana dijo...

Mira Gabriel, no se si te lo he dicho alguna vez (puede que si pero no lo recuerdo), no te comento apenas tus escritos porque: primero me llevo un rato partiendome de risa y lo único que se me ocurre decirte es jaja jajajaj JAJAJAJA, y segundo admiro tanto el arte que tienes, esa capacidad para hacer reir siempre, con esa forma que tienes de hacer que parece tan sencillo, pero que tan poquitos pueden, que me quedo sin palabras para describir la alegría que me das, que me parece que cualquier cosa que te diga sonará a gilipollez. Eres un crack.

Diáfana dijo...

P.D. El comentario de antes no está en tu bolg de Cuensías porque no sé como coño registrame. Te prometo que lo he intentao varias veces, pero nada, no hay manera.