domingo, 4 de julio de 2010

REUNIÓN.

-Nadies pariese contenta de obsequiass, altezza, -dijo Igor en su mejor transilvano.

El conde se levantó y un criado turco, empalado en una sombrilla de playa, acercó el presente a su amo, que cortó las cuerdas del paquete con una sola uña afilada como un puñal.

En silencio, leyó el prospecto que sacó de la pequeña cajita: “Hemostop, el remedio contra cualquier derramamiento de sangre. Composición: Taponato atóxico de algodonia. Consérvese en frío. Dosificación: Tres veces a la noche, en mordiscos.

La primera risita, cuyo eco rebotó por las enormes bóvedas del castillo, la soltó el Hombre Invisible. A él también le dolió un espejo como regalo. Se unió el Hombre Lobo, en una franca y abierta carcajada, hasta el punto de dejar caer varias de las tabletas de turrón que recibió. La Momia se levantó y lanzó al aire cientos de rollos de papel higiénico, que se abrieron como serpentinas, tras lo cual Frankenstein desenvolvió varias docenas de las cremalleras que encontró en su caja y las aplicó con maña a las costuras abiertas más llamativas de las que había provocado su estruendosa risa.

En copas de oro, poco valoradas por su originalidad, brindaron algo más contentos los cinco amigos de toda la vida y más de una muerte.

4 comentarios:

inma dijo...

Qué genial pertenecer a tan especial grupo de amigos. ¿Quién le haría los regalos? No sé si les gustarían pero a mí me parecen todo un puntazo, jajajaja

Isa dijo...

Tiene mucha guasa lo del empalado en la sombrilla de playa. El prospecto, magnífico.
Por lo que a mí respecta, ya sabes que hasta en los dibujos animados le tengo fobia a Drácula. Ahora, que has formado una banda la mar de apañadita.

Clea dijo...

Je.
Jeje.
Gracias por invitarnos a estos acontecimientos tan peculiares.

Un monstruoso humor el de los señores...

:))

Lola García Suárez dijo...

Reunión realmente especial. No siempre es fácil acertar con los regalos.