lunes, 26 de septiembre de 2011

EL CORRER DEL TIEMPO

Las agujas del reloj
van pasando inexorables,
al compás de nuestra vida,
en un monótono avance.
En la primera veintena
los días nos parecen lentos
quisiéramos empujarles
por que anduvieran ligeros.
No valoramos entonces
que, en cuanto nos descuidemos,
los años se habrán pasado
llevándose nuestros sueños,
las ilusiones y anhelos
que antaño nos mantenían
con renovados proyectos.
Pero el tiempo se nos pasa,
se va marchando ligero
y ya valoramos más
el poco que disponemos;
y aunque nos queden deseos
e ilusión para avanzar,
las fuerzas no son las mismas,
ya empiezan a flaquear;
pero aun así no te rindas,
disfruta de los momentos
que la vida te depara
y no digas "¿para qué?"
nunca tires la toalla.

3 comentarios:

inma dijo...

Me alegro mucho que hayas recobrado tu internet y nos deleites con un poema real como la vida misma.Me está gustando mucho tu libro. Enhorabuena.

Gabriel dijo...

Bien por quien nos dice que cada momento es único y lo hace a verso limpio, con la mano de la experiencia tendida. Gracias.
Me sumo a celebrar que tu libro de poemas ya camine solo y con pie firme.
Un beso.

Peneka dijo...

Es cierto,con el propio transcurrir del tiempo, vamos apreciando cuanto tenemos, cuanto tuvimos, cuánto tendremos...

Pero es cierto que hemos de vivir el momento, porque aunque parezca una frase hecha, no hay ayer, no hay mañana solo ahora.

Vivamos y disfrutemos de cada instánte porque al final, ellos llenaran nuestras alforjas.

Un beso enorme de mermelada de frambuesa.

pd.-me alegra saberos al otro lado del espacio cibernético,jejejeje