miércoles, 3 de octubre de 2018

EL ESPEJO



                                                 
                                                     “REFLEJOS”

Te muestro una flor y me la devuelves, como aquella tarde en que te mostré todos mis espinos. Uno a uno me los quito desde entonces. Pero en mí tengo esa flor que me muestras. Por eso la muestras. Su color es bálsamo que me cura cada herida. Su aroma me pertenece, aunque tú no puedas mostrarlo. Yo tengo los espinos, tengo el aroma y tengo la rosa. Tengo la rosa.
                                                                                         

3 comentarios:

Gabriel dijo...

¡Vaya poema lindo, emocionante y redondo! Y vaya una vuelta bonita y esperada. Y por la puerta grande.
Hióle ahí.

inma dijo...

Sin duda la tienes, y nos alegramos que la compartas con nosotros, nos llega incluso el aroma, sin espinas.
¡vuelve la vidilla al blog!

isa dijo...

Y con mucha alegría que me da volver a compartir con vosotros, amigos. Gracias a los dos.