miércoles, 3 de octubre de 2018

HACIA EL VALLE


La profundidad del valle… Quién pudiera ser parte de este suelo de manto verde. Quién pudiera ser sauce, camino, trino y silencio. Quién pudiera ser todo eso y brillar con el día, y que al llegar la noche y posarse sobre mí, no tuviera miedo.


Si pudiera, me fundiría en sus sombras y dejaría de ser para ser de nuevo. Me bañaría, renacida, en la ribera, y en su alfombra de cantos rodados, mis pies pulirían los pasos infértiles que no llegaron a ningún sitio.

Quién pudiera ser sauce, llorar sólo en invierno, y ser nido que albergue la vida que espero, fresca y serena, agitada y fluida, como estas aguas, como estas ramas, como esta yerba, como la noche sin miedo; como el sol mismo, insuflando la calidez de donde la felicidad nace; pero todo aquí, en el valle. Entre los frutos que maduran amorosos, como mi corazón, que reverdece cuando lo pienso.

4 comentarios:

inma dijo...

¡ Qué alegría estrenar temporada con un relato tan bello! Sin duda, Isa, la prosa poética es tu fuerte. Se siente una inmersa en la naturaleza mientras se lee. Poder quedarse en ese valle, refrescándose en esa ribera. Enhorabuena, por el relato, y por haberlo podido colgar que tambiën tiene su mérito.

Gabriel dijo...

Coincido con Inma en la belleza y la alegría con que has creado este relato. Es un canto valiente a disfrutar de una armonía profunda, contra todo veneno gracias al antídoto de una música en palabras como hacía tiempo que no hallaba grabado en ningún sitio. Gracias por compartirlo.

Anónimo dijo...

Bueno, esta breve reflexión me era necesaria y me produjo un efecto muy liberador, que era de lo que se trataba. Os agradezco vuestros comentarios y el cariño.

isa dijo...

Verdad, ha costado trabajillo volver a rebuscar por aquí. Pero conseguido está.
Besos.